A Alejandro ya lo conocéis. somos buenos amigos. Un dia, en su casa, cuando estaba enseñándome algunos de sus libros, me topé con uno, que se itulaba Precisamente así. Nos falto tienpo para ponernos de acuerdo. íbamos a hacer una lectura en dos sesiones, si Daniel nos dejaba, claro. Y nos , parece que os toca.y...¿Eres tú el primero, Javier? _pssssí _dije yo titubeando y mirando a Álex en busca de ayuda.Y esque esto de leer en solitario inpone. Alejandro se levanó, y Daniel nos dijo:-Espero que nos deletéis con algo largo, intenso y divertido. _Bueno, se intentará_contestamos a dúo. _Hoy os, vamos a leer el primer fragmento de una obra de Rudyard Kipling, un escritor inglés que recibió el premio nobel de literatura en 1907. Enpieza así.
COMO SE ARRUGÓ LA PIEL DEL RINOCERONTE(I)
Hace mucho tiempo vivía un Parsi en una isla desierta, junto a las cosas del Mar rojo, y el sol relumbravaen su gorro con tan vivos reflejos que hubieran hecho palidecer a la más bienes que su gorro, su navaja y su hornillo, de esos que por nada del mundo deben tocar los niños. Ciertos días tomó harina, agua, grosellas, ciruelas, Azácar y otras cosas, e hizo con todo ellouna torta que tenía más de medio metro de diámetro y casi un metro de grosor. Era, de verdad un Conbustible Superior (comp dicen los magos), y la puso sobre el hornillo, en el que estabá permitidos conocr sus alimentos y enpezó a darle vueltas hasta que se puso dorada y olía a gloria. Pero cuando se desponía ya a comerla, llegó a la playa, procedente del interior deshanbitado, un rinoceronte, con un cuerno en mitad del morro, unos ajuelos porcunos y muy escasos modales. [...]